No importa cuánto gaste cada mes, sus gastos incluyen gastos fijos y variables. Comprender la diferencia es clave para planificar su presupuesto y gastar su dinero de manera más inteligente. Al dividir sus gastos en categorías fijas y variables y contabilizarlos todos en un presupuesto mensual, puede obtener una imagen más clara de dónde se asignan sus fondos y detectar oportunidades para reducir costos.
Los gastos fijos son costos que en gran medida se mantienen constantes, como el alquiler mensual o la hipoteca. Por su parte, los gastos variables, son costos que varían o son impredecibles, como salir a cenar o reparar el automóvil.
Sin embargo, los gastos fijos pueden cambiar de vez en cuando, por ejemplo, si cambia de proveedor de servicios de telefonía celular o si el propietario le aumenta el alquiler.
Gastos fijos se pagan a intervalos regulares y pueden variar levemente, cambiar significativamente o permanecer igual, según el tipo de gasto. Los gastos mensuales son comunes, pero los gastos fijos también pueden ocurrir semanalmente, trimestralmente, dos veces al año y anualmente.
Entre los gastos fijos tenemos, pagos de alquiler o hipoteca, pagos de autos, otros pagos de préstamos, primas de seguro, impuestos de propiedad, facturas de teléfono y servicios públicos, costos de cuidado de niños, tasas de matrícula, membresías de gimnasio.
Los gastos variables cambian con regularidad y pueden estar directamente influenciados por las decisiones que tome en el día a día. A diferencia de los gastos fijos, los gastos variables pueden ser menos predecibles y más volátiles, lo que no quiere decir que los gastos variables no sean necesarios.
Debido a su naturaleza impredecible, algunos hogares tienen dificultades para realizar un seguimiento y presupuestar los gastos variables.
A menos que sume todos los recibos de compras o confíe en una aplicación de presupuesto, es posible que no sepa cuánto gasta en alimentos cada mes, lo que facilita gastar de más sin darse cuenta.
Algunos gastos variables pueden controlarse más fácilmente que otros. Al comprar ropa, por ejemplo, puede optar por comprar artículos más baratos o esperar una oferta para ahorrar dinero.
Otros gastos variables no se pueden controlar, como los gastos médicos de emergencia. Si se enferma y necesita ver a un médico con urgencia, es posible que deba cubrir algunos o todos los costos, dependiendo de si tiene seguro médico.
Entre gastos variables se incluyen, comestibles y salir a cenar, ropa, cuidado personal, entretenimiento, gasolina, reparaciones de hogar y autos, facturas médicas.
Presupueste primero los gastos esenciales, como vivienda, pagos de automóviles y cuidado de niños. La mayoría de los elementos esenciales son gastos fijos, y es importante asegurarse de que estén cubiertos todos los meses antes de decidir cuánto dedicará a gastos variables como entretenimiento y cenas.
También es importante realizar un seguimiento de los gastos no esenciales, que pueden apuntar a áreas para reducir los gastos si desea ahorrar más dinero cada mes.
La regla 50/30/20 puede ayudarlo a presupuestar gastos fijos y variables, ya que se requiere asignar el 50 por ciento de su dinero para cosas que necesita, el 30 por ciento para cosas no esenciales y el 20 por ciento para ahorros.
Si está buscando maneras de reducir sus gastos mensuales, comience por reducir sus costos fijos o variables, o ambos. Es posible ahorrar dinero en cualquiera de las dos categorías, pero el proceso para cada una puede diferir.
Los gastos fijos pueden tomar más tiempo para ajustarse, aunque aún es posible reducir costos. El alquiler, por ejemplo, se puede reducir encontrando una casa o apartamento más barato, pero es posible que deba esperar hasta que expire el contrato de arrendamiento para evitar perder un depósito de seguridad o pagar una tarifa.
Por otro lado, algunos gastos variables son mucho más fáciles de ajustar en un apuro. Si surge un gasto de emergencia y le falta dinero en efectivo para el mes, puede ser difícil reducir los gastos fijos, como los pagos del automóvil o el alquiler, para llegar a fin de mes.
Sin embargo, normalmente es posible reducir los gastos variables. Por ejemplo, puede reducir su factura de comestibles y evitar salir a cenar o comprar artículos no esenciales.
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