Para pagar en un supermercado la compra de la semana, comprar unos billetes de avión para las próximas vacaciones, efectuar otro tipo de transacciones, las tarjetas de crédito y débito son, frecuentemente, el método de pago favorito de muchos consumidores.
Popularmente, se utiliza el término tarjeta de crédito para referirnos a ambos casos indistintamente, pero las características de cada una de ellas son diferentes.
La diferencia más importante cuando hablamos de tarjetas de crédito frente a las de débito es que, en el primer caso, la entidad bancaria pone a disposición del cliente una serie de fondos, con un límite acordado, para que haga uso de ellos.
Esto es conocido como crédito abierto, una modalidad de préstamo de dinero por parte del banco en la que el usuario dispone de una cantidad máxima que no está obligado a usar en su totalidad y solo deberá devolver la parte proporcional que sí haya utilizado junto a unos intereses, si aplica.
Cada vez que quiera recurrir a esta opción, no es necesario que se firme un nuevo acuerdo.
En contraposición al crédito abierto está el crédito cerrado, pero esta tipología no corresponde a las tarjetas de crédito, sino que está presente en la naturaleza de aquellos préstamos en los que la entidad abona la totalidad del dinero en una sola vez, como ocurre con las hipotecas o los créditos personales, la cual debe ser devuelta en el periodo acordado junto a unos intereses.
Una vez se cuente con la cantidad de dinero prestada, si se desea obtener más, se debe realizar un nuevo contrato.
Esta situación, tanto si contamos con un crédito abierto o cerrado, no sucede si tenemos una tarjeta de débito, ya que en ellas solo podemos usar el dinero que hayamos ingresado previamente. Una vez se acaben los fondos, la tarjeta no podrá utilizarse como medio de pago.
Con tarjeta de crédito, el consumidor puede elegir de manera flexible la forma de pago. Puede optar, por ejemplo, por aplazarlo a final de mes o, por el contrario, fraccionarlo en cuotas, modalidad conocida como “revolving”.
Sin embargo, si hablamos de las formas en la que estas se pueden presentar, son iguales en ambos casos: hoy en día, con las tarjetas de crédito y débito, disponemos de una versión física tradicional, y una virtual, que podemos configurar en nuestros dispositivos inteligentes como teléfonos o relojes para pagar con ellos, siempre y cuando dispongan de la tecnología NFC que posibilita esta operación.
Tanto la tarjeta de crédito (abierto) o de débito, los emisores cobran porcentajes por su uso, considerados gastos administrativos y otros.
A parte de la información presentada, si cuentas con SSN, los invitamos a revisar y bajar su reporte de crédito en Identity iq.
Si cuentas con Itin, puedes acceder a tu reporte en Mi Puntaje de crédito en USA
Para crear crédito con renta ingresa a Rent Report o Boom Report
Para comenzar con tu crédito, puedes aplicar a la tarjeta de Credit Builder
“Para mas consejos síguenos en el canal de crédito YouTube“
Si desea aclarar dudas o recibir consultoría acerca de crédito en USA, puede comunicarse con nosotros a través del siguiente email: info@mipuntajedecreditoenusa.com
Asimismo, le invitamos a seguirnos en nuestras redes sociales: Facebook, Twitter.